El ciberbullying o ciberacoso viene siendo definido como acoso entre niños a través de medios de comunicación como las redes sociales, mensajes de texto a través de móvil, correo electrónico o la publicación de vídeos y fotografías en plataformas electrónicas de difusión de contenidos.
Ciberbullying: responsabilidad de padres - Zinetik Consultores
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Cuando oímos hablar de ciberbullying o de ciberacoso no podemos evitar pensar en las víctimas que lo sufren (a nadie se le escapa lo ocurrido en el caso de Amanda Todd) y es responsabilidad de todos evitar que este tipo de conductas ocurran, pero desde el punto de vista jurídico, la responsabilidad civil derivada de conductas penales cometidas por menores de dieciocho años recae sobre los padres o representantes legales de los niños que cometen ciberbullying, quienes responden solidariamente junto con el menor. Así viene establecido en el artículo 1902 del Código Civil y el 61.3 de la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores.

Hablamos de responsabilidad civil, es decir, de reparar el daño causado, que se cuantifica económicamente, no de responsabilidad penal, pues esta última recae sobre el menor agresor y que es quien cumplirá las medidas impuestas por el Juez, ya que a los menores no se les imponen penas sino medidas preventivo-especiales, orientadas hacia la efectiva reinserción.

Es importante tener en cuenta que la responsabilidad de los padres por actos ilícitos cometidos por sus hijos, como los agresores en supuestos de ciberbullying, es una responsabilidad casi objetiva o responsabilidad por riesgo, justificada por la falta del deber de vigilancia que los padres deben tener sobre los hijos sometidos a su potestad, y además, con presunción de culpa, es decir, que no sirve de excusa ampararse en que el menor no es culpable porque es pequeño e inmaduro y no sabe lo que hace, pues la responsabilidad deriva de la culpa propia de los padres o representantes legales por omisión del deber de vigilancia sobre sus hijos.

Por eso es necesario ser conscientes de las consecuencias de proporcionar a un menor un teléfono móvil o un ordenador con acceso a internet y a redes sociales y asumir esa responsabilidad, pues la solución no pasa por evitar proporcionarlo (son nativos digitales, nuestros menores parece que nazcan sabiendo usar un móvil o un ordenador) sino por conocer los medios por dónde se van a desenvolver para ayudarles y educarles a ser personas responsables de sus actos y respetuosas con los demás, también en internet. Desde zinetik le podemos ayudar implementando soluciones de control parental o asesorandole si sus hijos son o han sido objeto de ciberacoso.